jueves, 26 de agosto de 2010

Demonio

Querido anecdiario,

Esta misma tarde mientras volvía de hacer unos recados, me topé con un conductor un tanto alterado. Iba hablando por el móbil a grito pelao, con las ventanas delanteras hasta abajo, para que todos los transeúntes nos percatáramos de su conversación. Ignoro con quien debía estar hablando, aunque no es difícil imaginárselo escuchando la lindeza que ha soltado en uno de sus tantos berrinches:

"¡Como vuelva y lo pille allí te aseguro que la última cosa que habrá visto serán las tetas que te compré!"

A medida que se crecía en su monólogo, su color de piel ha ido cambiando, adquiriendo una tonalidad rojiza que ha evolucionado hasta el morado. La vena de su cuello parecía agonizar cada vez que alzaba la voz. Todos los que estábamos en la calle en ese momento, nos hemos parado a ver al hombre, atónitos ante tal espectáculo.

Justo antes que el semáforo donde estaba parado se pusiera verde, la persona con la que "hablaba" colgó. A lo que el hombre, en una explosión de rabia, se acercó el teléfono a la boca y soltó un enorme y desgarrado: "¡¡PUTAAAAAAAAAA!!" que hizo saltar a más de uno de los que estábamos allí. Seguidamente tiró el móvil por la ventanilla con tanta furia que alcanzó el cristal de una pastelería (cerrada por suerte).

Al verlo, ha pegado un acelerón brutal a su Audi y se ha marchado de la escena. Los que seguíamos ahí (unos riendo y otros aún asustados), hemos ido a ver el destrozo de la pastelería. A través del enorme agujero que había hecho, hemos visto el móvil en el suelo, que seguía funcionando y que al poco ha empezado a sonar con el "Sick of Love" de Robert Ramírez. Se podía vislumbrar una foto del hombre abrazando a una chica.


..Joder...

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